La teledetección es la ciencia que recopila información sobre un objeto o fenómeno sin entrar en contacto físico con él. Esta tecnología ha revolucionado la forma de ver y comprender nuestro planeta, al permitirnos acceder a grandes cantidades de información sobre la superficie y la atmósfera terrestres. La teledetección ha recorrido un largo camino desde sus inicios y, en esta entrada del blog, analizaremos su historia y cómo ha evolucionado la resolución de las imágenes por satélite a lo largo del tiempo.
La historia de la teledetección se remonta a mediados del siglo XIX, cuando se tomaron las primeras fotografías aéreas desde globos aerostáticos. Sin embargo, no fue hasta el lanzamiento del primer satélite artificial, el Sputnik 1, por parte de la Unión Soviética en 1957, cuando la teledetección empezó a adquirir un papel más significativo en la investigación científica. El lanzamiento del Sputnik 1, seguido de cerca por el Sputnik 2, marcó el inicio de décadas de rápidos avances en la teledetección basada en satélites.
El lanzamiento del Landsat 1 en 1972 por Estados Unidos supuso un punto de inflexión en la evolución de la teledetección por satélite. Landsat 1 fue el primer satélite de observación terrestre diseñado explícitamente para estudiar el planeta Tierra. Llevaba el RBV (Return Beam Vidicon) y un MSS (Multispectral Scanner System), y proporcionaba una resolución terrestre de 80 metros y una anchura de barrido de 185 km.
En los años siguientes, la resolución de las imágenes por satélite siguió mejorando considerablemente. En 1984 se lanzó Landsat 5, equipado con un sistema de escáner multiespectral (MSS) y un cartografiador temático (TM). Landsat 5 ofrecía una resolución espacial de 30 metros y proporcionó datos de imágenes de la Tierra durante casi 29 años, estableciendo el récord Guinness al "satélite de observación de la Tierra que más tiempo lleva en funcionamiento".
Más de una década después, en 1999, se lanzó Landsat 7, con una banda pancromática de 15 metros de resolución espacial. Ese mismo año, MAXAR Technologies Inc. lanzó el sensor del satélite IKONOS. IKONOS fue el primer satélite comercial en ofrecer imágenes de alta resolución (resolución pancromática de 0,80 metros en el nadir) y se utilizó principalmente para cartografía urbana y rural, vigilancia medioambiental y seguridad nacional. En 2013 se lanzó Landsat 8, con resoluciones espaciales pancromáticas de 15 metros y multiespectrales de 30 metros.
Otra contribución significativa a la teledetección fue el programa Sentinel. Este programa fue lanzado por la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboración con la Comisión Europea y consistía en una constelación de satélites llamados Sentinels, que proporcionaban imágenes de alta resolución de la superficie y la atmósfera terrestres.
Los satélites Sentinel transportaban una serie de sensores (radar, ópticos y térmicos) que proporcionaban imágenes de alta resolución de la superficie terrestre. Una de las misiones Sentinel clave fue Sentinel-2, que proporcionó imágenes multiespectrales con una resolución espacial de hasta 10 metros.
Desde entonces, se han lanzado otros satélites que proporcionan imágenes de resolución aún mayor. Por ejemplo, el satélite GeoEye-1 se lanzó en 2008 y ofrecía una resolución pancromática de 0,41 metros, mientras que el satélite WorldView-4, un satélite comercial de observación de la Tierra de tercera generación que se lanzó en 2016, ofrecía imágenes de alta resolución de 31 cm en modo pancromático. Más recientemente, Pléiades Neo, lanzado en 2020, alcanzó una resolución pancromática de 0,30 metros, lo que lo convierte en uno de los satélites comerciales de mayor resolución actualmente en funcionamiento. En un futuro próximo, Albedo lanzará su constelación de 24 satélites con planes de completarla para 2027. El lanzamiento del primero de estos satélites está previsto para 2024 y proporcionará una resolución de hasta 0,10 metros.
En resumen, la historia de la teledetección ha estado marcada por una serie de avances tecnológicos que han revolucionado nuestra capacidad para comprender y gestionar los recursos de la Tierra. Desde el lanzamiento del Sputnik 1 en 1957 hasta las últimas Pléiades Neo, la teledetección ha recorrido un largo camino, proporcionando datos cada vez más precisos y de alta resolución que nos han permitido estudiar la superficie terrestre con mucho mayor detalle. De cara al futuro, las aplicaciones potenciales de la teledetección siguen ampliándose, ofreciendo interesantes oportunidades para abordar algunos de los retos medioambientales más acuciantes a los que se enfrenta nuestro planeta.